CEBOLLAS ¿QUÉ HARÍAMOS SIN ELLAS?

Cebollas comunes, cebolletas, escalonias, cebollas moradas, ciboulette, cebollitas francesas, ajos porros, cebollinos, cebollas dulces... ¿Alguien se imagina la cocina sin cebolla? Una buena salsa, el mejor sofrito, una ensalada, guisos de toda la vida, aros de cebolla, cebollitas glaseadas... ¿qué haríamos sin ellas?


Este fin de semana recogían cebollas en Antequera y al pasar con el coche no tuve más remedio que parar a fotografíar. Coincidiendo con que la receta que tenía preparada para publicar era la de las cebollas rellenas ( pinchar en la imagen), vamos a hablar un poco sobre esta inestimable hortaliza.

La cebolla es un bulbo que pertenece al género Allium al igual que los ajos, los puerros y las cebolletas. Se recogen entre primavera y final de verano, antes de las primeras aguas de otoño y, según la variedad, se comen frescas o secas.

Una vez recogidas y sin dejar que los tallos se sequen del todo, se pueden almacenar colgadas del techo, en una nave bien protegida del agua, y durarán casi hasta la siguiente temporada.


También se pueden hacer ristras, para lo cual no hay más que partir de una base de tres cebollas e ir trenzando los tallos a medida que vamos añadiendo más cebollas. Parece muy fácil pero es todo un arte que requiere cierta maña y, eso sí, el resultado es espectacular.

Otra opción, es dejarlas secar por completo y almacenar en cajas.



De todas las variedades de cebolla, las que yo más uso en la cocina son:

Cebolla común

ideal para guisos, salsas y guarniciones.

Cebolla morada, perfecta para ensaladas en crudo o confitada en el horno.

 Cebolleta,más suave y dulce, yo la uso para cremas, sopas y también en crudo.


Cebollitas francesas,

deliciosas como guarnición si las glaseamos.

Chalota o escalonia, más suave que la cebolla, perfecta para salsas suaves.

Cebollino,ideal como condimento de ensaladas, salsas o cremas.


¿Conocéis la flor de la cebolla?

Para disgusto de los agricultores  cuando la cebolla saca flor, toda la fuerza de la planta se concentra en esta parte y en la producción de las semillas y se pierde el bulbo. En cambio para los que nos gustan las flores, son un espectáculo.



La cebolla está llena de propiedades beneficiosas para la salud. Además de ser un desinfectante y antiséptico natural, ayuda a combatir el reumatismo y las afecciones respiratorias, es diurética, contiene mucho fósforo por lo que favorece el trabajo intelectual, silicio que ayuda a fijar el calcio y vitaminas A, B y C. 



No es de extrañar que la cebolla se haya convertido en un imprescindible en nuestras cocinas. A pesar de los lloros y del cuidado que hay que tener con los olores al cocinarla ¡no podemos vivir sin ella!

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